5.10.12

La presencia del trailer II




"Después de un tiempo, el juego de las velocidades a toda hora puede llegar a volverse algo monótono. Es entonces cuando se inserta una cinta en el stereo. Eso nos mantiene alertas, despiertos.''
Rum Rum Moonshine

"Don't need reason, don't need rhyme"
Scott


La carretera es sin duda fuente de inspiración para el rockanrolero melancólico y el speed metal. Y se entiende, en tanto la vida de los artistas se resuelve mucho a través de las autopistas, otro tanto en vuelos y casi nada en embarcaciones, estadísticamente.

Existe una posición de pensamiento, es decir, una teoría que sostiene que todas las letras de rock deben entenderse como surgidas del automóvil y su imaginería consecuente.1 Es difícil avanzar en casi cualquier dirección sin encontrar, tarde o temprano, ejemplos para ello.

Drive my car (1965) es un momento de condensación ideológica de los más logrados al respecto. Representa un salto cualitativo con respecto a canciones anteriores como Can't Buy Me Love. El negocio del entretenimiento consiste mucho en encontrar llaves, las palabras mágicas, que según se entiende, abren corazones y billeteras. Drive my car es una síntesis asertiva sobre el poder y la sensualidad. En ese orden: sexo, éxito, prospectiva; es decir, una suerte de famous movie star music. Un himno a la ignición. Un disparador.

Pero volvamos a la imagen del rockanrolero primitivo, working class hero, aquel que supo moverse rápido sobre las vías carreteras con el objetivo de llegar a tiempo a sus presentaciones. Hay que resaltar aquí la existencia de un principio árduo, un pasado que dignifica notoriamente la figura de estos jinetes automotrices, y que apuntala ciertamente una épica. De nuevo, entre muchos, mencionamos a Elvis, como figura del vaquero moderno.

Pero la carretera tiene un fantasma. Una parte bizarra. Lo que Lynch pudo pergeñar en Lost Highway mucho tiempo después, y cuyo acierto es funcionar como pasaje metodológico hacia lo siniestro, y también como laboratorio de síntesis inconsciente de hechos históricos relativos a la fenomenología del camino. Por ejemplo, ya en 1979 la banda australiana AC/DC sacaría al mercado un larga duración titulado Highway to Hell, que incluirá una canción con el mismo nombre, -la que se escucha en su comienzo.

El éxito de este disco, es decir, el éxito de esta canción, Carretera al infierno, radica en que representa la esencia del capitalismo. No hay que avanzar demasiado en el estudio de la taleología de las carreteras,  para encontrar el secreto de la aspiración máxima del sistema capitalista. Por un lado, su pulsión de muerte, pero también , las consecuencias lógicas y materiales a las que se ve precipitado.

Hay una especie de pacto con el camino perdido en la génesis misma de la composición que dio título al LP. Supuestamente, uno de los antecedentes que se han publicitado, tiene que ver con la respuesta a una pregunta expresa por parte de un miembro de la prensa de espectáculos, orientada a despejar el 'tipo de vida' que miembros de una banda de rock como ellos debería de llevar, es decir, en la situación de encontrarse en tour constantemente.

La respuesta sintética que el guitarrista del grupo articuló para el reportero de la ocasión, involucraba en un arranque de economía la palabra altisonante 'fucking', así como el título de la canción.

Pero no debemos perder de vista que el autor de la letra de Highway to hell es Ronald Belford Scott, y que las respuestas concernientes a las razones de su ser así, en todo caso, pueden encontrarse en la herencia, que en lo inmediato y para los fines de la reflexión actual, corresponde a su obra en el citado disco, es decir, la composición que legó a las historias de carreteras.

Existe el conocimiento de que Belford, a.k.a. Bob,  antes de dedicarse al arte probó suerte en otros lugares. Se sabe que fue cantinero, pero también trabajó como conductor de un camión de volteo, entre otros rubros. Es a partir de este hecho, tergiversado, que se llegó a formular el rumor de que conoció a los miembros de AC/DC siendo su chofer, y no recomendado e introducido por Vince Lovegrove, como realmente sucedió.2

Desde cierta perspectiva, Scott parece representar a aquellos a quienes la fama no sienta tan bien en el largo plazo. Whitney Houston y un largo etcétera. El cantante murió en circunstancias desafortunadas seis meses después de que Highway to hell saliera al aire.

Poseedor de una lírica mordaz, tipo streeth figther, puede asegurarse que su incursión en AC/DC ayudó decididamente a consolidar y proyectar a éste hacia la dimensión de las ventas importantes y hacia el nicho en la historia en el que ahora se encuentra. A saber, un lugar en la cultura.




notas

1.- La presencia del trailer, aquí mismo.
2.- Vince y su esposa habían estado particularmente conmovidos por el estado en que terminó Scott con su Suzuki 550, y este era otro gesto en ese sentido.