27.8.11

Sabes que hay una entrada y una salida. Te encuentras frente al espejo, pero no recuerdas el orden de la melodía. Te sientes sucio, no lo entiendes, te duchaste hace rato. Sin embargo, efectivamente estás sudando y hace un calor endemoniado. Debe ser eso, el calor. Ves el espejo, regresas a la entrada y recuerdas vagamente si primero viste la luz al final del túnel y después sonreíste, o si por otra parte desde el principio no viste nada y eso es todo lo que recuerdas.