2.6.14

ESTÉTICAS SIMPLES


Reducir a lo fundamental. Quién lo pensara. En las escuelas de arte en Europa enseñan que el complemento ideal en cuanto diseño de interiores, es un soundtrack de gris plástico que acompañe al ciudadano del nuevo mundo en sus correrías cybertrónicas. Es un decir. Un arte decorativo, partículas de polvo suspendidas, como grecas viajando en el espacio. Ondulaciones y -por supuesto- frecuencias. Hago un recuento.

Ayer escuché argumentar a un tipo con problemas en la espalda baja, un profesional del minimalismo tech, con un nombre artístico sugestivo pero que hoy no recuerdo. Lo importante aquí es su posición, alejada del minimalismo ingenuo norteamericano surgido en los cincuentas, como él mismo dijo. En ese sentido, ellos -es decir, él y otros como él- son conscientes de provenir más bien del Bauhaus, esa escuela donde lo social se disuelve en la función. Lo suyo -dice- en cuanto composición es simplificar al máximo, y evadir a toda costa lo ornamentativo. Como si allí, precisamente, radicara el demonio. En pocas palabras -agrega-, reducir a la mínima expresión y aplicar reverb.

Vistiendo una camiseta negra, como todo vanguardista, el precursor desglosa su estética y menciona los fines que persigue con su música. Se trata de un minimalismo sensualista en todo caso, en donde lo que importa es aprender esas relaciones que se dan entre manipular un parámetro vía una perilla, y las emociones. De eso se trata nuestro Bauhaus.

Como lo veo, sí, la finalidad es afectar la mente en última instancia, pero lo hacemos mediante la afectación del cuerpo primero. Más fisiología. Por supuesto que puedes utilizar la música para relajarte, pero a mí me interesan más, por ejemplo, emociones como la inquietud y el miedo. Es por esto que a muchos les resulta inusual que yo sea un compositor que se refiere más a frecuencias, que a acordes o a notas.

Tengo mi equipo, y se trata de un equipo decente [risas], es de los mejores. Por eso no me interesa tomar partido. Pienso que la realidad es más compleja y no puedes estar pensando, por ejemplo, en trabajar únicamente para el socialismo. El asunto no es tan sencillo como para sintetizarse en dos frases, un slogan o un poema. Yo no voy a utilizar esas cosas en mi música.