1.6.12

                                                     Estudio I



ADELANTO

[El siguiente es un fragmento de un trabajo en el que desarrollo mi propia hermenéutica acerca de algunas obras de artistas plásticos jalisciences, el cual es muy posible que aparezca en volumen.]




Estudio I


Como se presupone por el título, este es un buen lugar para comenzar a hacer un relato –o descripción- de la obra de Campos Cabello. Los críticos de arte tienen sus formas, pero aquí me interesa más abordar desde lo fenomenológico, y también, desde lo vivencial.

Por ejemplo, y de acuerdo al formato[1], en Estudio I vemos  dos cabezas, situadas compositivamente en la parte superior del cuadro, un tanto estranguladas por el mismo encuadre.

Ya hay aquí varias interpretaciones. Algunos ven en esto a dos personas, pero otros señalan que es un sólo personaje en dos momentos pictóricos[2], incluso, un crítico delirante llegó a afirmar que se trataba de siameses, la litografía de unos siameses enfermeros. Como sea, el juego angular que éstas cabezas trazan –dentro de la composición total-, resulta en la única parte viva (y se contrapone a su parte lógica, como veremos adelante), debido a que el resto de la composición, prácticamente es fondo.

Estas cabezas, se destacan por sus cabelleras negras y éstas hacen un contraste marcado sobre la blancura –excesiva- de la parte inferior de la obra, trabajada principalmente en dos tintas; en donde destaca sobre un blanco, podríamos decir, el blanco original, la textura de un verde claro que, más que la impresión de un textil, semeja la del reflejo de una alberca con mucho cloro.

"De acuerdo a ello, la ilusión de que estuviéramos frente a unos hermanos siameses, se pensaría[3], y ellos, tras de una sábana, una sábana clínica." 


La expresión de los rostros parece oscura, lejana, también parece encerrar, con la ambientación y -dijimos- el encuadre, cierta agresividad. Repito, no encuentro elementos que me permitan afirmar esto de manera categórica, me guío sólo por los tonos y la atmósfera -los ángulos ante todo-; pero también las cabelleras y la mirada añosa, como de depredador visual. Además -y esta es una constante en el trabajo de Cabello- siempre se nos presenta a los personajes que habitan sus cuadros en la manera de las grandes retratos.[4]

Tras el sujeto(s) se recorta el azul marino de un cielo esgrafiado de nubecillas claras -coincidentalmente, del mismo verde referido de la parte inferior. Charles Dickens dijo que sólo hay dos clases de retratos pictóricos: el serio y el de la sonrisita. En el caso de Estudio I es claro que se trata del retrato serio -que es el que más acostumbró Javier Campos Cabello-, pero además, se trata de uno enigmático. Esta enigmaticidad se ve reforzada por los caracteres alfabéticos que aparecen -a la manera de los esténciles- sobre la ropa-sabana[5].

Estamos ante una obra -una litografía, cinco seis tintas, no más- de carácter simbólico; ya aquí en el comienzo, ya aquí en el final. En la parte superior izquierda aparece una A mayúscula y a la misma altura del lado derecho encontramos una N, igualmente mayúscula, ambas impresas en rojo.

Resultan naturales varias asociaciones a éstas grafías, de entre las que seleccionamos las siguientes: Pertenece cada uno -los caracteres alfabéticos- a cada uno de los personajes; o  pertenece cada uno -los caracteres alfabéticos- a cada uno de los momentos de un ser único desplazándose (y aquí las conexiones con el hipercubismo y sus ramales).

En la parte inferior derecha vemos 42167 impreso igualmente en rojo. 




Notas:  
1.- El Estudio I es una litografía de 70 X 100 cms. Es un formato con orientación vertical y es el formato en el que se encuentran producidas todas las litografías que aquí se describen.
2.- Remember Bacon.
3.- Algunas interpretaciones versan en este sentido. Cf F.
4.- Remember Gioconda.
5.- De acuerdo a la interpretación citada.