En el fragmento se encuentra el mapa de Todo. El fractal es una forma en la que el universo se actualiza constantemente, y es una especie de escalón entre las dimensiones, un reposo y una referencia clave en las magnitudes. Es importante atender esto, que es el principio por medio del cual se manifiesta el espíritu. En la parte ya -en el fragmento- encontramos la primera vía hacia la totalidad del cosmos, en tanto sabemos que hay un mapa de todo contenido en el fragmento. Pero -y aquí vamos de nuevo- no debemos acercarnos al fragmento desde fuera, sino confundiéndonos con él; esto es: Debemos entender que aún como científicos nos encontramos asumiendo el control del experimento, sí, pero también formamos parte del universo de una manera cierta e intensísima, de tal suerte que el acercamiento al fragmento, ese objeto de estudio y puente de la sabiduría, más que acercamiento es un reconocimiento verdadero del ser que se ve a sí mismo enfrascado en la autoreferencialidad y el autoconocimiento. Entender esta doble dialéctica, la del científico como la manifestación del ser en una de sus extremidades, como reflejándose dentro de una botella de Klein, mientras que por otra lado es parte de la misma causa que lo permite todo.