... Lo escribí pensando todo este tiempo en el
orden de la construcción. En el momento exacto de hacer presión con el
bolígrafo sobre la superficie –de la libreta Toño-, abandoné de pronto mi
natural aprensión hacia el mundo y fui mirando ese proceso por el cual
aparecían de a poco las palabras señaladas, de tal forma que estuve contento,
de poseer mi letra, después de todo.